“El MANIFIESTO QUE INSPIRA LAS ACCIONES DEL WATERMELON PROJECT, es largo, pero merece la pena, oiga.
Miriam Soliva Bernardo
ITINERARIOS DE ARTE Y NATURALEZA
La Gaia Raja: un contramanifiesto ecológico que –humildemente- pretende desmontar la teoría Biologicista, Evolucionista y Creacionista del género humano.
No es ambición, es sentido común.
El biologicismo decimónimo determinó que Dios creó un útero a partir del cual se desarrolló la mujer, y que todos los malestares que a éstas les acontecen se originan a la fuerza –y nunca mejor dicho- en ese lugar.
Si bien, decíamos, esa afirmación pasó a ser un dogma que seguir a “raja tabla” o más bien, a golpe de speculum; NCCMM (Nuestra Comunidad Científica Mola Más) considera que ha llegado el momento de rescatar otra teoría formulada por la misma época entre círculos escépticos y hortelanos y que fue visibilizada intencionadamente para dar poder a un incipiente gremio de médicos y cirujanos.
Esa teoría expone claramente que la Mujer y el Hombre proceden de la Raja Primigenia, también conocida como Gaia Raja. Una fuerza ancestral, trasunto macrocósmico que se encarna en la Raja Nuestra de Cada Día: la Raja de Sandía. Roja, fresca, jugosa, dulce, repleta de líquidos y semillas.
No hay mono que valga, y si lo hubo, ese mono andaba buscando sandias o lo que es lo mismo, el Santo Grial para el mono de entonces. Tampoco hubo manzana en el Árbol de la Vida o el relato del Pecado Original, como se empeñan en formular las teorías creacionistas.
En el Paraíso no había manzanas, “hace demasiado calor y no se dan bien”, afirmó la Eva con un mohín. “Lo que le di al Adán fue una raja de sandía, para que dejara de hurgar en la mía. Es que no sabe cuándo parar este hombre”.
Llegados a este punto, no os sorprenderá saber que las memorias apócrifas de Newton, reconocen que no fue una manzana lo que le cayó en la cabeza cuando se echaba la siestecilla. ¡No! lo que le cayó encima fue una sandía. Chocó en su cabeza y se partió formando dodecaedros de rajas perfectas que gravitando se atrajeron entre sí para formar una nueva sandía de 8 kilos: la Gaía Raja. “EURAJA”, gritó Newton súper feliz.
Un siglo después, la sandía de Newton fue redescubierta por su homólogo Darwin, el que cambio la teoría sobre el origen de todas las especies, incluyendo a mis vecinos. Durante un paseo en barca por las Galápagos, el susodicho vio flotando lo que él creía sería el caparazón de una tortuga y que, para su sorpresa, resultó ser la misma sandia de 8 kilos que había sobrevivido a la competencia patriarcal del pepino, la banana y el mango, demostrando así la supremacía del más fuerte.
Pero volvamos a la Raja nuestra de cada día, nuestra Raja Patrimonial, de la que procede la Humanidad. Esa Raja adopta tantas formas como nuestra diversidad de mujeres manifiesta: La raja doncella, la raja coqueta, la raja mentirosa, la raja bruja, la raja olorosa, la raja melosa, la raja enferma, la raja musa, la raja museo, la raja sin regar, la raja viscosa, la raja fría, la raja anciana, la raja pedorra, la raja menstrual, la raja delicada, la raja chamana, la raja urbana, la raja rural, la raja casual, la raja monógama serial, la raja lésbica, la raja hetero, la raja bi, la raja VIP, la raja menopaúsica, la raja raja….y sobre todo, la raja presente.
Hermana Raja, ¿en qué momento está tu raja? A partir de esta toma de conciencia te invitamos a que hoy hagas lo que te salga de la raja partiendo de la imagen y materialización de ésta en una sandía, la sandía primigenia de la que sin duda, procedemos.
Alcemos y unamos hermanas nuestras voces y rajas: ¡Hágase la Raja, y la Raja se hizo!”
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